A la piedra
no le duele el ser
que sobre la piedra
se derrama.
Y en la piedra
ha de haber,
si no un estímulo,
una respuesta.
Y en la piedra
ha de haber,
si no un estímulo,
una respuesta.
El ser
proyecta
en la piedra
una imagen deteriorada
Y eso es, en verdad,
el ser:
acaso estímulo,
pero nunca respuesta.
proyecta
en la piedra
una imagen deteriorada
Y eso es, en verdad,
el ser:
acaso estímulo,
pero nunca respuesta.