Al-Nakba

Te busqué
tras el reguero de carne muerta,
tras la desolación del día de después,
tras el aliento fugitivo del desenlace
y el desierto vestido de escombros.

En la palma de mis manos
líneas dibujan animales.
Vendrás mañana en túnica blanca
porque la soledad nos hizo viejos.

Ven conmigo al final de la noche.
Acompáñame al último desastre.

Gatos

Al séptimo día, Dios
nos hizo gatos,
para morir cada anochecer
y renacer al octavo.

Asesinato

La poesía es el crimen perfecto,
el grito de socorro,
el cuerpo desnudo de la víctima precipitándose contra el suelo,
el asesino de rodillas pidiendo clemencia,
el chasquido de la bala rebotando en la alfombra,
el charco de sangre huyendo del cadáver,
el segundo disparo,
el cuerpo del asesino precipitándose contra el suelo,
el chasquido de la bala rebotando en la alfombra,
el charco de sangre huyendo del cadáver.
La poesía es el silencio que queda tras la derrota.